martes, 19 de mayo de 2009

Dejen de difamar al maestro!!!

Una clase como cualquier otra fue el escenario de semejante indignación, una que se ha repetido tantas veces que me tiene arto.
La clase transcurría tranquila sin que nada llame la atención hasta que el mensaje anti abortista típico tuvo que interrumpir la relativa paz alcanzada entre el sueño y la distracción...
- Díganme estudiantes, que harían vosotros en situación semejante!!! Padre alcohólico y madre alcohólica, han tenido 5 hijos de los cuales todos han nacido con malformaciones congénitas y han muerto antes de los 4 años, la madre nuevamente está embarazada, recomendarían el aborto terapéutico?? - se siente en el aire la rutina del mensaje que despierta y deja un mal sabor, pero la sorpresa y el compromiso de los "cepillos" alienta, como siempre, al locutor.
- Sí doctor, obvio como puede ser que vuelva a nacer un niño de ese tipo, va a volver a morir - dijo uno de esos luego de levantar la voz con seguridad.
-Usted acaba de matar a Beethoven señor, toda vida tiene oportunidad y debe ser respetada-sonríe y la autosatisfacción que transmite es enfermiza...
La primera vez que estuve en una situación similar no me deje amedrentar, el contexto en el que se cuenta tal historia es lo suficientemente sospechoso como para no reconocer la falsedad. Recientemente acabé de leer la biografía del maestro Ludwig van Beethoven y mis dudas fueron acalladas.
El Beethoven que conocemos nació el 16 de Diciembre de 1770, hijo de Johann van Beethoven y Marie Magdalene Keverich. Fue el primero de los próximos 3 hermanos, no el quinto.
Debido a problemas y temores sociales infundados por la mediocridad de la vida que había llevado, Johann empieza con el alcohol cuando su primer hijo tenía 4 años, muy lejos para que cualquier problema "congénito" se establezca. Marie Magdalene (contrario a la abuela de Beethoven que murió en una clínica de rehabilitación por sus severos problemas alcohólicos) resultó ser evasiva con esas drogas que tanto daño causaron a la familia, así que no probó la bebida etílica ni siquiera cuando su esposo vivía de ella.
Si bien Beethoven sufrió mucho por los problemas de alcoholismo de su padre, y pagó caro la dilapidación del dinero en la bebida (murió su madre y su hermana en las peores miserias) creció en un ambiente musical prolífico que le permitiría dominar varios instrumentos a los 16 años...
Alumno del conocido Joseph Haydn, de Salieri y de otros grandes clásicos pero con el corazón inflamado de la corriente artística Sturm und Drang, piso firme del romanticismo musical, Beethoven fue un revolucionario en su tiempo cuyos matices quedaron grabados para la influencia y gran admiración del artista y público posterior.
Su obra más elocuente y maravillosa, conocida vulgarmente como el himno a la alegría es una pieza alucinante donde el sentido creador del personaje cautiva y sorprende como nadie hasta su época; no te dejes engañar tampoco porque te han obligado a repetir la canción en la clase de música cientos de veces y odiaste como sonaba con los pitidos de tu flauta mal entonada. Tampoco creas que el "pa-ra-pa-pa-" de la quinta sinfonía es el todo de este grandioso compositor, yo te invito antes de criticarlo y difamarlo a conocerlo y defenderlo pues no hay inspiración más hermosa que los detalles lúdicos y emotivos de toda su obra.
Favoritas (desde mi punto de vista):
Novena Sinfonía Completa
Sexta Sinfonía, segundo movimiento (Escena junto al arroyo)
Quinta Sinfonía, tercer movimiento
Tercera Sinfonía, segundo movimiento (Marcha Fúnebre)
Conciero para piano y orquesta No 1
Concierto para piano y orquesta No 5. "Emperador"
Cuarteto para cuerdas No 14 en Do sostenido

Escrito por: Vak