Daniel Romero-Álvarez
@Vakdaro
Collage de las fotografías de Dionys Moser, realizado por Lucas Bustamante |
Llegamos justo a tiempo.
Lucas Bustamante, co-fundador de Tropical
Herping
y miembro de Quinto Pilar, presentó a uno de los
mejores fotógrafos de paisajes del mundo. Este evento único, tuvo lugar en la
Universidad Andina Simón Bolívar,
el martes 20 de mayo a las 18:00 en el aula 31(Olmedo), pudo haber llenado más
que un auditorio, pues a la expectativa se encontraba una sala llena. Se apagaron las luces, el suizo Dionys Moser
de 53 años empezó a compartir su trayectoria fotográfica con un fondo musical
minimalista que inspiraba a la contemplación de su obra.
Si la dividimos en
géneros, podemos decir con seguridad que la fotografía de paisajes es una de las
más antiguas. Fue pionera por la imposición de limitaciones técnicas. Las
primeras cámaras desarrolladas antes de la mitad del siglo XIX necesitaban largos
tiempos de exposición para conseguir buenas imágenes a plena luz del día. Una
de las fotografías más famosas de ese tiempo es el “Boulevard du Temple” tomada por Louis
Daguerre en París. Partiendo de su su
apellido se acuñó el término daguerrotipo para describir el
primer proceso fotográfico completo que permitió plasmar imágenes de la
realidad que atravesaron el instante visual para postergarse en el tiempo.
“Boulevard du Temple” Daguerrotipo.
Tomado de Wikimedia commons. Imagen de dominio público
|
Los largos tiempos de exposición limitaron el número de sujetos
fotográficos. En esta foto de París de 1838, la calle estaba completamente
transitada pero por la exposición de 10 minutos, el tráfico desapareció. La
silueta de los dos hombres de la esquina inferior izquierda apareció por la
casualidad de que éstos se mantuvieron relativamente en la misma posición
durante toda la exposición, así sin querer, posaron para la que sería la
primera fotografía con seres humanos.
La excelente fuente de luz de los días soleados convirtieron a los paisajes
en el mejor objetivo de los fotógrafos de esa época; además, por vez primera,
una generación de exploradores tuvieron la herramienta precisa para registrar
la experiencia de recorrer territorios vírgenes en el siglo XIX (en especial el
oeste de EEUU). Los paisajes son símbolos eternos de paz y tranquilidad porque no
se mueven, se mantienen estáticos e inmutables a través de los siglos (el
tiempo geológico es otra historia); este es otro motivo por el cual fotógrafos
como Ansel Adams encontraron en los paisajes a su sujeto de elección, colocaban
su trípode, cámara y podían confiar en la estabilidad de toda la escena durante
los largos tiempos de exposición.
"Evening, McDonald Lake, Glacier National Park," Montana. Fotografia de Ansel Adams. Imagen tomada de Wikimedia
commons de Dominio Público
|
Desde el advenimiento de la
fotografía digital a finales del siglo XX, vivimos en medio de la revolución
técnica que impuso su mercado. Durante la conferencia,
Dionys no perdió la oportunidad para aclarar la superioridad de Nikon sobre el
resto de marcas líderes;, situación que Lucas desmintió -acompañado
de risas- recordando el papel del fotógrafo como “Embajador de Nikon” un nombramiento que la
empresa otorga a “sus más talentosos e influyentes artistas visuales que
trabajan hoy en día” cuya responsabilidad radica en que “…ayudarán a equipar a
una nueva generación de profesionales con las herramientas y el conocimiento
para el éxito”.
La aclaración fue justa, Tropical Herping “dispara” con Canon. Fueron
ellos los que permitieron esta conferencia en primer lugar. Su gran trabajo fotográfico en anfibios y
reptiles les ha puesto en contacto con grandes figuras de la fotografía y han
colocado al Ecuador como un grande de la biodiversidad; detalle que Dionys
comentó conmocionando al auditorio: “…antes de conocer el Ecuador con el equipo
de Tropical Herping creía que Uganda era el mejor lugar para mostrar la
biodiversidad a otras personas”.
Desde el principio, la
belleza inherente de cada una de las imágenes nos engancharon, durante varios
minutos atravesamos – en ocasiones sin palabras – el desierto Blanco en Egipto,
los fantásticos icebergs de Groenlandia, los volcanes y la gente Mursi de
Etiopía; Uganda, Finlandia, Islandia y demás. Verdaderamente, un viaje de
sensaciones visuales, de alegría, sorpresa, de espacios solitarios y sobretodo
de paz. Un viaje por los desiertos en
los que el fotógrafo ha pasado y en los que basa gran parte de su vida
profesional.
Y para el gran final, el sueño
esmeralda de sus viajes, “the northern
lights”, “las luces del norte” el espectáculo deslumbrante de las auroras
boreales. Su fórmula para obtener las mejores fotografías: un pico de actividad
cada 11 años, ubicarse estratégicamente - de preferencia en Canadá o Finlandia
- y paciencia; como muchos fenómenos solo esta última asegura resultados
magníficos (consejo de un experto).
Aún con el recuerdo vivo de
aquel viaje visual, se prendieron las luces, se inició un breve foro de
preguntas y Lucas tomó nuevamente la palabra para poner fin a una gran
conferencia y agradecer a todos los presentes. Instantes más tarde, tuve la
oportunidad de conversar personalmente con el protagonista de este relato; cálido
y grácil, cordial y amable, con una sonrisa aceptó poner fin al evento – por
supuesto – con una fotografía.
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