Editor: Daniel Romero-Álvarez (@Vakdaro)
Los flebótomos, también llamados moscas de arena (por su color), son
considerados vectores o “vehículos” que transportan y transmiten agentes
infecciosos causantes de enfermedades como: bartonelosis y
leishmaniasis. La última se produce por el flebótomo del género Phlebotomus en
el Viejo Mundo y el género Lutzomyia en el Nuevo Mundo. Éste causa
infección cuando transporta al parásito Leishmania,
que de acuerdo a su especie, puede generar daños de tipo cutáneo, subcutáneo y
visceral en la población que se ubica en zonas tropicales de países como
Ecuador.
Para estudiar el endemismo, comportamiento, ubicación geográfica e
incidencia de estos vectores, es necesario realizar colectas de muestras que sean
útiles para realizar análisis estadísticos, poblacionales y epidemiológicos. Con
el transcurso del tiempo se han diseñado distintos tipos de trampas que
facilitan estos trabajos.
En un estudio realizado por Hashiguchi y su equipo, en 4 zonas
tropicales de Ecuador, entre los años 2013-2014, se lograron colectar un total
de 1 480 flebótomos hembras pertenecientes a 25 especies de Lutzomyia. Para la colecta se utilizaron
tres tipos de trampas:
.- La trampa mini-Shannon,
con la que se colectaron 417 especímenes (28.2 %)
.- La
trampa de luz CDC, que arrojó 259 especímenes (17.5%)
.- El
método “human landing”, donde se obtuvo 804 especímenes (54.3%)
Como
se observa los datos de muestreo varían, lo que pudo haber ocurrido debido a factores
ambientales, de ubicación o hasta por el tipo de trampa que se utilizó.
Sin
embargo, estos resultados no solo indican la presencia del vector de Leishmania, sino también, han dado lugar
al desarrollo de la nueva trampa “mini-Shannon” antes mencionada. Esta trampa
pesa tan solo 300 gramos, tiene un diseño similar a una carpa cuadrada sin
base, compuesta por algún tipo de cebo y con luz de tipo LED que atrae a los
flebótomos.
Además,
la trampa trae beneficios al investigador, porque demanda menos gastos
económicos que la trampa de luz CDC, no trae riesgos elevados como el método “human
landing” (donde el ser humano actúa como cebo para los vectores), y en especial,
debido a su peso y tamaño permite el muestreo en zonas de difícil acceso como
lugares boscosos, rocosos y estrechos localizados en Ecuador.
El
encontrar estos nuevos métodos de captura permite que aumente el rango de
muestreo, obteniendo muestras de lugares poco comunes y elevando el nivel de investigación
y conocimiento científico de la leishmaniasis en Ecuador y, en un futuro, en el
mundo.
El artículo original disponible (open-acces) en: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4287492/
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