La semana pasada, las peculiares intervenciones del PhD en
entomología Renato León y la Msc en virología Paulina Andrade fueron todo un
éxito. Las enfermedades tropicales del Ecuador y los virus como agentes
esenciales en el proceso evolutivo fueron inspiración para los oyentes. Les
presentamos un breve resumen de ambas exposiciones para aquellos que no
pudieron acompañarnos en estas Conferencias del Milenio.
PhD en entomología Renato León luego de su intervención en Enfermedades Tropicales. Fotografía por Daniel A. Romero-Álvarez
Debido a la inclinación del eje terrestre,
durante el movimiento de traslación, los rayos solares inciden con fuerza en un
área comprendida entre dos líneas paralelas imaginarias, el Trópico de Cáncer
al norte y el Trópico de Capricornio al sur. La zona delimitada posee
características climáticas únicas, la más importante, solo goza de dos estaciones
en todo el año; el Ecuador se encuentra en esta zona “tropical”, y esta es una
de las razones de su increíble biodiversidad.
Las enfermedades que ocurren en esta zona
geográfica son estudiadas exhaustivamente por la Medicina Tropical. Fiebre y
dolor de cabeza en un paciente que regresa de Jamaica, es diferente al mismo
dolor del que regresa de Inglaterra; en el primer caso además de los trastornos
usuales hay que considerar, malaria,
dengue, parasitosis cerebral, etc.
La diversidad “patológica” del Ecuador en este
tema fue genialmente expuesta por Renato León; ofreció a la audiencia una
colección de “enfermedades del recuerdo” con fotografías inéditas de los
trabajos realizados por sus predecesores, pues son ya tres generaciones de la
familia León, que se han encargado de combatirlas.
Varias de ellas han sido controladas, por
ejemplo las micosis sistémicas – enfermedades causadas por hongos que afectan
todo el organismo - se presentan con
poca frecuencia y si lo hacen, solamente en pacientes con sistemas
inmunológicos bajos. Otras, como la oncocercosis – también llamada ceguera del
río por las consecuencias de la infección – han sido prácticamente eliminadas
del país. Para lograrlo, la distribución generalizada de Ivermectina – agente terapéutico
contra el causante de la enfermedad – fue esencial. Probablemente, este año se
declare oficialmente eliminada del Ecuador con lo que seríamos el segundo país
de Latinoamérica libre de oncocercosis.
Fueron analizadas también algunas enfermedades
tropicales cuyo ciclo de transmisión las llevó desde los trópicos al resto del
mundo. La viruela apareció aproximadamente hace 10000 a. C. y causó un
sinnúmero de epidemias. En la antigua Grecia, cuando las huestes atenienses
soportaban el sitio marítimo y terrestre de los espartanos, una epidemia,
posiblemente de viruela, mermó la mayor parte de la población y le puso fin a
la era dorada de Atenas. Cuando un puñado de españoles desembarcó en costas
americanas, la vasta población nativa sucumbió ante el armamento biológico
silencioso que trajeron consigo. El desarrollo de la vacuna por Edward Jenner
en 1798 fue el primer gran paso para la erradicación de la enfermedad; la
distribución global y uso obligatorio de la vacuna, junto con estrictas
políticas de control por parte de organizaciones encargadas de la salud pública
(Organización Mundial de la Saludo [OMS] por ejemplo) hicieron el resto. En 1977
se reportó el último caso de viruela en Somalia, y en 1980 se la declaró
extinta en las poblaciones humanas. Solamente se conservan 2 cepas del virus en
estado criogénico en los laboratorios del Centro de Control de Enfermedades
(CDC, en inglés) en Atlanta, EE.UU, y en el Instituto VECTOR en Novosibirsk,
Rusia.
1973, Bangladesh, paciente con viruela. Imagen tomada de Public Health Image Library, CDC
La viruela fue una enfermedad estrictamente
limitada a los seres humanos, el virus no podía vivir en ningún otro organismo,
este detalle es crucial para comprender el porqué de su eliminación; con la
vacunación, el virus se quedó sin reservorios naturales. Una enfermedad como el dengue – causada por un flavivirus y transmitida por el mosquito
Aedes aegypti - “tiene pocas probabilidades de ser
eliminada por las características de su ciclo vital, la presencia de
reservorios no-humanos y la distribución del mosquito” como nos explicó el PhD
Renato León tiempo después del foro de preguntas.
Una de las discusiones más sonadas en el mundo
de la virología radica en determinar si están vivos o muertos. El centro del debate
radica en que un virus no puede existir fuera de una célula puesto que carece
de las herramientas para completar el paso esencial de todo ciclo vital, la replicación/reproducción.
Los virus utilizan la maquinaria molecular interna de sus células huéspedes
para conseguirlo. Acertadamente la Msc Paulina Andrade presentó la definición actualizada
que identifica a los virus como “entidades biológicas”, de hecho son la entidad
más numerosa de todo el mundo de la biología.
Aparte de la viruela y el dengue, son también
causantes de incontables patologías. En 2003 el coronavirus responsable del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS,
en inglés) provocó una epidemia en Hong-Kong que puso en alerta a las
autoridades mundiales. El virus de la influenza
cepa H1N1 causó el pánico internacional en 2009 por su rápida distribución
mundial. Actualmente, la cepa H7N9, que también causa graves síntomas
respiratorios, ya ha cobrado vidas en China.
Muchas veces, cuando los virus ingresan a una
célula, parte de su material genético se integra al de la célula huésped, con
el paso del tiempo y continuas replicaciones celulares, ambos genomas se
unifican anulando las instrucciones víricas de replicación. Si al adquirir el
genoma viral el linaje celular adquiere un rasgo “ventajoso” en el ambiente al
que pertenece, paulatinamente las reglas de la selección natural perpetuaran la
distribución de ese rasgo por toda la población de células. Esta es la forma en
que los virus direccionan procesos evolutivos.
Definidos como un parásitos subcelulares, los virus solo pueden replicarse en el interior de una célula huésped. Fotografía tomada de GrahamColm desde wikipedia
Un ejemplo impresionante de este proceso lo encontramos en el desarrollo
de la placenta. Durante su crecimiento es indispensable la formación del “sincitiotrofoblasto”,
una capa de células que permite a la placenta fusionarse con el útero materno.
En 2000, se descubrió que el gen encargado de esta función provenía de la
estirpe viral; al realizar experimentos eliminando este gen, se observó que el
desarrollo embrionario era nulo, por tanto la adquisición de este rasgo viral
fue fundamental para la evolución de los mamíferos.
Finalizando la exposición, Paulina Andrade mostró aspectos
benéficos de los virus para la comprensión de aspectos esenciales de la biología
molecular. También fueron presentados como herramientas terapéuticas modificadas
por la ingeniería genética para combatir infecciones, destruir células
cancerígenas y reemplazar fragmentos genéticos dañados en pacientes afectados.
Los foros de preguntas del martes y miércoles fueron bienvenidos
por el público, como siempre ávido de interrogantes que abarcaron aspectos
evolutivos, clínicos, bioéticos, etc. de las enfermedades y los virus.
Msc Paulina Andrade durante su conferencia sobre virus y evolución. Fotografía por Leonardo Ortega
Más allá de las Conferencias:
El éxito obtenido con la eliminación mundial de la viruela
determinó el establecimiento de protocolos que definen los diferentes conceptos
en el proceso de erradicación y eliminación de una enfermedad. Como siempre, wikipedia ofrece una clara reseña en su página: http://goo.gl/7kRS6.
El CDC en 1999 publicó un artículo en el que se definen también muchos estos
conceptos, disponible en http://goo.gl/RGwOF
Un reporte completo del gen responsable del desarrollo del sincitiotrofoblasto (syncytina) esta disponible en: http://goo.gl/v8vn7
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