sábado, 2 de julio de 2011

¿Un descanso para el Sol? (segunda parte)

Esta entrada es continuación de otra; para ver la anterior, haz clic en este link.


Frank Hill y colaboradores descubrieron una corriente interna en el Sol (mostrada en rojo) que al mismo que migra hacia el ecuador junto con las manchas solares en la superficie. Mientras la corriente está en migración, cerca de los polos ya se puede observar otra corriente, relacionada con el próximo ciclo de manchas solares (como se puede ver en la imagen de la derecha), lo cual ayuda a comprender cómo será el próximo ciclo y determinar con mayor precisión la fecha de inicio (Imagen cortesía de National Solar Observatory).


La suspensión

Frank Hill, astrónomo del National Solar Observatory en Tucson (Arizona), ha encontrado una corriente en el interior del Sol que gira en dirección oeste-este y parecería estar relacionada con la aparición de las manchas solares. Esta corriente migra desde las latitudes medias hacia el ecuador, al mismo tiempo que también lo hacen las manchas solares. Cuando la corriente desaparece, también lo hacen las manchas. Hill detectó este fenómeno gracias a una técnica conocida como heliosismología, que consiste en observar vibraciones en la superficie del Sol producidas por movimientos en el interior. Una peculiaridad bastante interesante de esta corriente es que empieza a formarse antes que inicie el ciclo correspondiente de manchas solares. Al inicio, la corriente se localiza cerca de los polos y permanece ahí casi hasta cuando termina el ciclo de manchas solares vigente (y por lo tanto, cuando la anterior corriente está llegando al ecuador, apunto de desvanecerse); al desaparecer la otra corriente, inicia su viaje hacia el ecuador, produciéndose manchas solares a su paso. El patrón funcionó muy bien para predecir con mayor exactitud el inicio del ciclo 24 de las manchas (es el número 24 desde que empezó a registrarse los ciclos), que ocurrió en 1998, pero cuya corriente interna asociada empezó a observarse desde 1997 e inició su viaje al ecuador en el 2003. Hill ha estudiado la corriente en detalle desde 1996, en el período de mínima actividad del ciclo 23, cuando todavía no se observaban las manchas; pero así mismo, la corriente asociada aquel ciclo ya había iniciado su viaje hacia el ecuador. Si el patrón continuara vigente, se esperaría que la corriente del ciclo 25, haya hecho su aparición en el 2008. Sin embargo, las lecturas heliosismológicas han sido negativas al respecto: no hay tal corriente.


En este diagrama se puede ver la relación entre la corriente interna que descubrió Hill y el ciclo de manchas solares. En rojo y amarillo se muestra la posición de la corriente, según la latitud y el tiempo. En un inicio la corriente se concentra en los polos ("Poleward branch"), mientras la corriente del ciclo vigente todavía está migrando hacia el ecuador ("Equatorward branch"). En negro se muestran las manchas solares. Como se aprecia en el diagrama la rama polar de la corriente del ciclo 24 se la podía observar cuando todavía estaba vigente el ciclo 23. Sin embargo, el ciclo 24 ya empezó hace 3 años, y no hay señal de una rama polar del ciclo 25 (Imagen cortesía de National Solar Observatory).


¿Representa la ausencia de la corriente interna correspondiente al ciclo 25 una predicción de suspensión del ciclo de manchas solares? Hay una desventaja importante en el estudio de Hill; los datos podrían ser insuficientes para afirmar algo con certeza (apenas de 15 años). Sin embargo, de forma independiente, otras dos líneas de investigación llegaron a una conclusión parecida. Richard Altrock, del National Solar Observatory de Sacramento, ha estudiado por algunos años un fenómeno que él denomina la "marcha hacia los polos", que consiste en un aumento de la actividad magnética hacia los polos, mientras las manchas solares están migrando hacia el ecuador. Esta marcha parece despejar cualquier huella de actividad magnética del ciclo anterior para que pueda iniciarse uno nuevo. Sin embargo, Altrock reportó que no ha habido ninguna actividad de "marcha hacia los polos" para el próximo ciclo.


Finalmente, Matthew Penn y William Livingstone, también del National Solar Observatory de Tucson, han estado estudiando la intensidad de los campos magnéticos en las manchas solares desde 1999. Hasta el momento, los resultados de su estudio han encontrado que la intensidad magnética ha tendido a disminuir con el tiempo, y si este patrón sigue, difícilmente se tendrá el magnetismo necesario para que se desarrollen manchas solares en el ciclo 25, pues el magnetismo promedio de las "manchas hipotéticas" estaría por debajo del umbral necesario (1500 gauss) para que lleguen a formarse.

Todavía se necesitarán hacer más observaciones para corroborar lo que plantean estos estudios (evidentemente, la mejor corroboración va a ser la ausencia de manchas solares en el próximo ciclo). Curiosamente, los efectos de esta pausa podrían ser benéficos. Sin la interferencia de las tormentas adicionales propias de los períodos de máxima actividad solar. se podrán hacer observaciones más detalladas del Sol, y estudiarlo en una forma sin precedentes. A la vez, si una menor actividad de manchas solares está relacionada con un descenso de la temperatura en la Tierra, tendríamos mayores probabilidades de superar los problemas que nos impone el calentamiento global. Por otra parte, la suspensión en sí misma sería un acontecimiento astronómico de gran importancia, y nos recordaría que el Sol es otro sistema dinámico en el Universo del que todavía nos falta mucho por conocer.



Detalle de un grupo de manchas solares. La mancha solar de la derecha tiene un campo magnético con intensidad igual a 2688 gauss (en comparación, la Tierra tiene un magnetismo con intensidad de 25 gauss cerca de su núcleo). (Foto cortesía de National Solar Observatory).

Escrito por: Carlos Antonio Rodríguez

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