domingo, 1 de febrero de 2015

Nuevo arsenal contra bacterias: Teixobactina

Publica: Daniel Romero-Álvarez (@Vakdaro)

El reporte de un nuevo antibiótico para enfrentar la amenaza de las bacterias resistentes ha venido acompañado de varias sorpresas: una técnica especial de aislamiento bacteriano (ichip), la bacteria de la cual se aisló el compuesto (Eleftheria terrae), y la falta de resistencia bacteriana al compuesto en experimentos diseñados para forzar su desarrollo.

Es importante recordar que la mayoría de antibióticos han sido descubiertos en otras bacterias u hongos, el caso más famoso, la penicilina. Los compuestos que llamamos antibióticos son usualmente utilizados por las bacterias en sus respectivos nichos ecológicos como herramientas para su supervivencia, usualmente para enfrentarse a otras bacterias y ganar la competencia por los recursos del medio ambiente en el que se desenvuelven; nosotros utilizamos sus herramientas para combatir aquellas bacterias que se salieron de control en nuestros cuerpos provocando enfermedades.

Esteban Fernández Moreira, escribió una revisión de este hallazgo en su blog Bacterias ActuaCiencia, con su permiso compartimos su genial narración: 


Teixobactina, un nuevo antibiótico contra Gram positivos


Kim Lewis, investigador del departamento de Biología del Centro para el Descubrimiento de Antibióticos dela Universidad Northeastern, en Boston (EE UU), y sus colegas han analizado 10.000 compuestos aislados de bacterias. Uno de ellos, llamado teixobactina, ha mostrado una excelente actividad frente a bacterias como Clostridium difficile, (la causa más importante de colitis seudomembranosa), Mycobacterium tuberculosis (responsable de la mayoría de los casos de tuberculosis en el mundo) y Staphylococcus aureus (que provoca múltiples enfermedades, como conjuntivitis, meningitis y neumonía).


Kim Lewis, en su laboratorio

miércoles, 28 de enero de 2015

Ciencia en Ecuador: Curanderos tradicionales al sur del país

Escrito por: Javier Oña Lema (@Ecujavier& Daniel Romero-Álvarez (@Vakdaro)
#divulgaciónEC / #cienciaEC 

Echinopsis pachanoi, el cáctus de San Pedro, uno de sus compuestos activos es la mezcalina, utilizada comúnmente en rituales religiosos. Fotografía de alexik - Flickr Creative and Commons

En el Ecuador, ciertas comunidades indígenas mantienen  la medicina tradicional para combatir las denominadas enfermedades sobrenaturales (p.e. espanto, malas energías, mal aire, etc.); la comunidad indígena Saraguro utiliza plantas curativas y tratamientos naturales para contrarrestarlas como parte de sus creencias, tradiciones y costumbres. Dentro de su sistema de salud, el “Yachakkuna” o curandero tiene un rol importante ya que posee conocimiento de las propiedades curativas de las plantas, sus usos médicos y los efectos que producen sus tratamientos. En éstos, utilizan una variedad de plantas psicoactivas y preparados a través de limpias dependiendo el tipo de enfermedad.

Un estudio sobre la medicina tradicional Saraguro fue realizado por Chabaco Armijos, Luliana Cota y Silvia González al sur del país. La investigación fue desarrollada en las provincias de Loja y Zamora Chinchipe, con el asesoramiento de  Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), la Dirección Provincial de Salud de Loja (DPSL), y el Consejo Nacional de Sanadores de Saraguro. Entre el 2010 y 2011  se entrevistaron a diez “Yachakkumas” principales cuya edad oscilaba entre los 65 y 80 años. El estudio registró parámetros tales como especies de plantas medicinales, procesos de aplicación, y tratamiento dentro de los rituales y ceremonias curativas utilizadas en la comunidad indígena para mejorar el estado de salud de los pacientes.

El estudio identificó que la mayor parte de curanderos adquirieron sus conocimientos a través de sus abuelos y padres. Se evidenció que las plantas psicoactivas con un valor sagrado fueron las que se utilizaron con mayor frecuencia como tratamientos contra los problemas sobrenaturales, físicos, mentales y emocionales. Entre ellas se encuentran el cactus  San Pedro (Echinopsis pachanoi), wandug o floripondios (Brugmansia spp.), y Tobacco (Nicotiana spp.). Además, esta investigación reportó las aplicaciones, procedimientos  y  elementos utilizados en diferentes rituales religiosos y culturales de la comunidad indígena.  Finalmente, este trabajo ha dado a conocer la importancia del patrimonio médico tradicional, su uso sustentable y la conservación de los recursos biológicos utilizados en estas prácticas tradicionales.

El artículo original completo, disponible (open-access) en: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3975971/




domingo, 18 de enero de 2015

Ciencia en Ecuador: Consecuencias de la exposición al tráfico vehicular


Escrito por Daniel Romero-Álvarez (@Vakdaro)
#divulgacionEC / #cienciaEC

Nube de smog en la ciudad de México. Fotografía por arndw, Flickr Creative and Commons

Las arterias son vasos sanguíneos elásticos que tienen como función transportar la sangre por el cuerpo. Cuando pierden su elasticidad se engrosan y se vuelven rígidas (arterioesclerosis) lo que provoca que la presión arterial se incremente. Ésta es una de las causas más importantes del denominado riesgo cardiovascular, una condición que describe la afectación progresiva que causa daños al corazón y eventualmente la muerte. Se conoce que la exposición crónica a los contaminantes propios del tráfico vehicular, una mezcla de monóxido de carbono (CO), compuestos orgánicos volátiles (benceno, formaldehído, etc), partículas de materia (PM), etc; tienden a provocar este tipo de rigidez arterial en los adultos que han sido constantemente expuestos. El equipo del Dr. Rodrigo Armijos del Centro de Biomedicina de la Universidad Central del Ecuador y del Centro de Ciencias de la Salud Pública de la Universidad de Texas en El Paso – EEUU, realizó una investigación para determinar si los niños también pueden presentar esta rigidez arterial como  consecuencia de respirar aire contaminado.

Para realizar el experimento se recolectaron los registros de contaminación del aire de la ciudad de Quito-Ecuador, de los monitores de aire central en tres barrios (El Camal, Cotocollao y Los Chillos) desde 2005 hasta 2010. También se recolectaron datos (edad, peso, género, etc) de 287 niños entre 7 a 12 años de residencias ubicadas en un radio de 5 km de los monitores. A cada niño se le realizó un ultrasonido para determinar el engrosamiento de la arteria carótida, un importante indicador de la rigidez. Además, se estableció que el riesgo de exposición a contaminantes de tráfico vehicular era mayor dependiendo de la distancia a una vía transitada.

Al realizar la asociación estadística entre el engrosamiento carotideo y la distancia al tráfico vehicular, los investigadores encontraron que los niños cuya residencia se encontraba a menos de 100 metros de las vías con mayor tránsito tenían un engrosamiento arterial de 11 a 15% mayor con respecto a los que vivían a una mayor distancia. Los investigadores advirtieron con claridad la necesidad de realizar más estudios para poder inferir una consecuencia directa de este tipo de afectación en la población de estudio a lo largo del tiempo.


El artículo original completo, disponible (open-access) en: http://www.hindawi.com/journals/jeph/2015/713540/



lunes, 12 de enero de 2015

Lo mejor de National Geographic en español - 2014

Escrito por: Daniel Romero-Álvarez (@Vakdaro)
En colaboración con: Andrea Romero (@Andyheartless) y Beatriz Álvarez



Asiduos lectores de las publicaciones de National Geographic , decidimos ofrecer un top-5 de las mejores publicaciones del año anterior. El material que presentamos es una muestra de la mejor experiencia de lectura, definida por el manejo del tema, por la experiencia narrativa y por la fotografía acompañante; elementos que son la combinación perfecta para contar historias. Les dejamos el link de los artículos en español y las cuentas de twitter de los narradores y de los fotógrafos, opciones que transformarán el proceso de lectura en una cuestión de interacción dinámica en tiempo real. Luego del top-5 les dejamos la lista completa de las publicaciones que participaron en el proceso de selección también con los links y cuentas de twitter de los involucrados.
¡Feliz 2015! para todos, deseándoles un nuevo año lleno de lecturas impresionantes.
¡A leer!

jueves, 30 de octubre de 2014

Ébola, la epidemia vigente


Daniel Romero-Álvarez 

Desde marzo de este año se ha dado una atención mediática impresionante a la epidemia de Ébola que desde el oeste de África amenaza con distribuirse a otros lugares del mundo. Esta cobertura se incrementó exponencialmente luego de que la Organización Mundial de la Salud la declarase como una “emergencia de importancia internacional para la salud pública” en agosto (1). En la red existen centenares de emisiones de radio, videos, artículos de divulgación y académicos, etc; este seguimiento puede resultar exagerado si se compara el número de muertos causados por Ébola con aquellos causados por otras enfermedades como diarreas, tuberculosis, o SIDA. Es importante comprender que esta atención es pertinente pues es la primera vez que un virus tan poco estudiado llega a cruzar barreras continentales. Sabemos que la epidemia comenzó en Diciembre de 2013.

Microfotografía del virus Ébola (en rojo) sobre la superficie de una célula obtenida con microscopía electrónica. Imagen tomada de Flickr Creative and Commons por el National Institutes of Allergies and Infectious Diseases (NIAID)
La Enfermedad del Virus Ébola (este es el nombre oficial, en inglés EVD) es provocada por un virus de la familia “filoviridae”; recibió el nombre por su apariencia longitudinal alargada. La primera vez que se reportó esta enfermedad fue en 1976 en Yambuku un pueblo rural del que entonces era Zaire – hoy en día la República Democrática del Congo. Un equipo de respuesta montado por el Centro de Control de Enfermedades (CDC en inglés) identificaron al culpable y le pusieron el nombre de Ébola por un río cercano. Otros brotes han aparecido a lo largo de los años en diferentes sitios de África incluyendo el mismo Zaire, Gabón, Sudán, Uganda. Eventualmente se identificaron cuatro ebolavirus en África. Una quinta cepa fue identificada en monos de laboratorio exportados a Estados Unidos desde Filipinas pero nunca causó enfermedad en seres humanos. De todos estos brotes, la cepa Ebola-Zaire siempre tuvo la tasa de mortalidad más elevada llegando a causar la muerte hasta de un 88% de los individuos afectados (2); la epidemia actual es causada precisamente por esta cepa.

La letalidad de esta enfermedad era una de las características que, en teoría, iban a prevenir que aparezca una epidemia de mayor escala. Para que un evento de este tipo ocurra, una enfermedad necesita cumplir con dos condiciones, tener un número determinado de individuos susceptibles y que cada individuo infectado pueda transmitir el virus al menos a otro individuo (3). Con una mortalidad tan alta, los infectados morían antes de poder transmitir la enfermedad; sin embargo, ahora sabemos que precisamente esta mortalidad es una de las causas que mejor contribuye a la distribución de la enfermedad pues las concentraciones virales se mantienen altas en los individuos fallecidos. Las otras causas tienen que ver con un aspecto cultural.

En algunas ocasiones las pertenencias de los infectados son quemadas para prevenir futuros contagios. Fotografía del Centro de Control de Enfermedades (CDC) tomada de Flickr Creative and Commons