lunes, 21 de julio de 2008

Adicción

Hablar de adicción es hablar de un tema complejo y extenso. Existen varias definiciones según el enfoque que se le quiera dar; aunque, todas ellas coinciden en que la adicción puede ser considerada como un proceso autodestructivo en una persona.

De acuerdo a la American Psychiatric Association (APA) (DSM-IV, 1994), la adicción puede ser definida como un conjunto de síntomas que indican que el individuo sigue consumiendo la sustancia a pesar de problemas importantes relacionados con su consumo. Para clasificar una situación como dependencia (adicción), se necesita la presencia de tres o más síntomas[1].
Generalmente, se cree que solo existen adicciones hacia el abuso de alcohol y drogas (licitas e ilícitas). Pero de hecho, el ser adicto involucra el crear una dependencia (necesidad) hacia algunas sustancias, objetos, relación o actividad; que degenera en un comportamiento obsesivo y compulsivo.

La adicción a algo, puede ser cualquier cosa, se puede presentar a cualquier edad, sin importar género, ni condición social. Pero, es necesario admitir que bajos ciertas circunstancias (sociales, psicológicas, biológicas…) van a existir personas que van a estar mas propensas a la obtención de una.

Existen varios factores que intervienen en la vida de una persona para que esta se convierta en adicto. Estos factores pueden ser tanto biológicos, genéticos, psicológicos, y sociales.
Por ejemplo, en la dependencia de sustancias tóxicas existen tres factores claramente definidos: agente, hospedador y ambiental.

El factor agente es la droga. La cual, independientemente de la que sea suministrada, generará en el organismos sensaciones agradables al consumidor; produciendo la necesidad de que el cuerpo pida una repetición de dicha sensación.

El factor hospedador es el consumidor. Aunque, la misma droga sea aplicada a diferentes personas, el efecto que esta puede tener en el organismo de cada uno de ellos va a ser diferente. En este punto, la herencia genética tiene mucho que ver; en casos de alcoholismo, hay una gran posibilidad de que los hijos de un alcohólico tengan tendencias hacia dicha enfermedad, aunque estos sean adoptados y no convivan con sus padres biológicos.

Los trastornos psiquiátricos entran dentro del factor hospedador. Una persona que sufre de depresión, insomnio, ansiedad, etc. al recibir fármacos puede confundir el alivio con placer y empezar a abusar de algunos fármacos hasta generar una adicción.

El factor ambiental es la relación que la persona mantiene con su entorno socio-cultural, ya sea este la familia, amigos, centros educativos, trabajo, etc.

El círculo familiar va a ser de gran importancia en el desarrollo de una niña o niño. Los lazos familiares que se creen, forjarán la personalidad del infante para cuando este sea adulto. Por ejemplo, en un hogar disfuncional va a haber mayores posibilidades de que el niño - en un futuro a mediano plazo- sufra de alguna adicción; pero, también es posible que un niño de un hogar “normal” sufra de alguna.

Los amigos son una fuente muy influyente en la vida de cada persona. Las presiones que estos generan sobre un individuo pueden ser tan grandes que generan cambios en la forma de comportarse. El tratar de quedar bien ante todos, de convertirse en un “ídolo”, de cumplir las expectativas de otros y no las propias, puede opacar los reales objetivos de un individuo, desestabilizándolo y causando que busque una salida.

Los proveedores de sustancias toxicas (licor, tabaco, drogas), los de actividades de placer (sexo, juegos…), entre otros, son presentados ante la sociedad como personas que gozan de poder; son personas aparentemente triunfadoras, sofisticadas y “felices”. A los quienes, jóvenes tratarán de imitar.

Todas las personas tienen objetos de deseos, cuya función es la de ser los motores de vida. Estos objetos de deseo son metas, objetivos, necesidades a ser cumplidos y que una vez logrados van a ser sustituidos por otros y otros y otros. Es humano la creación de necesidades y la satisfacción de las mismas. Es una cadena que empieza desde el primer momento de vida y solo termina con la muerte.

Independientemente, de la causa que produzca la adicción hacia algo (sea este algún tipo de sustancia, objeto o actividad). El adicto va a presentar ciertos cambios en su vida cotidiana, porque este genera una distorsión en su objeto de deseo.
En el caso de una adicción, el objeto de deseo se convierte en una obsesión, se juega con los límites, pero sin saber la real dimensión de ellos y las consecuencias que atraerían el sobrepasarlos.

La única preocupación existente es la de satisfacer el deseo, de otra manera la ansiedad se hace presente. No existe posibilidad alguna de control. El deseo de algo es tan fuerte que los medios para lograrlo no importan y por consiguiente cualquier intento por detenerse es en vano. La satisfacción del deseo se vuelve tan grande, que se transforma en una necesidad a ser cumplida de inmediato. Pero cuando esta es lograda, solo lo es por un corto periodo de tiempo.
Un cuerpo humano (persona) normal se encuentra en equilibrio. Al presentarse una adicción este equilibrio se va a romper, afectando algunos sistemas y creando un nuevo equilibrio; pero, al parar con una adicción, el equilibrio creado por la adicción va a romperse y los sistemas afectados trataran de buscar un nuevo equilibrio.

El cuerpo, a nivel fisiológico, empieza a sentir la falta de algo. Por ejemplo, el uso de drogas provoca varios tipos de sensaciones, tranquilidad, relajación, euforia, alucinaciones… estos tipos de sensaciones son agradables al cuerpo y por consiguiente este va a pedir que se repitan una y otra y otra vez, creando tolerancia hacia la misma y buscando otro tipo de droga que recree o mejore las sensaciones antes vivida.

El proceso de creación de una adicción no es inmediato, conlleva la “inversión” de algún tiempo. Siendo, por lo general, la respuesta a la forma de vida que una persona mantiene con su entorno. Es la señal de que algo pasó o está pasando en la vida de un adicto.

La vida de este cambia por completo, se ven alteraciones a nivel fisiológico, cognitivo y emocional. Las relaciones familiares se ven disminuidas, no hay comunicación, hay desatención hacia la pareja, padres e hijos pasan a un segundo plano. El hogar ya no es un sitio de descanso y relajación. Se da un bajo rendimiento estudiantil y/o laboral.

También, son afectadas las personas que rodean al adicto familiares, amigos, compañeros, colegas. Causando que su equilibrio físico-mental sea amenazado y que muchas de las veces no sepan que hacer con la persona enferma.

En el tratamiento de esta enfermedad no es posible quitar violentamente el objeto que crea la adicción, este tipo de acción sería contraproducente en la persona, hasta el punto de quitarle la vida. Es un proceso largo y arduo. Se necesitaran no solamente medios para adquirir tratamiento medico y psicológico, sino también voluntad y ayuda de alguien.

[1] Goodman e. Gilman. “Las bases farmacológicas de la TERAPÉUTICA”. McGraw-Hill Interamericana, 2007. p. 607

Bibliografía
· Goodman e. Gilman. “Las bases farmacológicas de la TERAPÉUTICA”. McGraw-Hill Interamericana, 2007.
· http://www.psicocentro.com/cgi-bin/articulo_s.asp?texto=art12005 (último acceso 16 de julio de 2008).
· http://es.geocities.com/ajurec/adicc_psico.htm (último acceso 16 de julio de 2008).
· http://es.wikipedia.org/wiki/Adicci%C3%B3n (último acceso 16 de julio de 2008).
· http://www.mind-surf.net/drogas/adicciones.htm (último acceso 16 de julio de 2008).

Escrito por: Céfiro

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