martes, 14 de mayo de 2013

Conferencias del Milenio: Colecciones científicas e Historia de la Ciencia

Por: Daniel A. Romero-Álvarez

Esta ocasión tengo la oportunidad de compartir la temática de la última semana de abril de las Conferencias del Milenio. Fueron tratados temas peculiares que sin un análisis adecuado se tildan de poco importantes. Con la atención debida se prestan inmediatamente para la discusión y adecuada comprensión del proceso científico.

Portada del libro Systema Naturae de Carl Linnaeus 1758. Imagen de dominio público


Kelly Swing, PhD en zoología: La importancia de las colecciones científicas

Parte de la naturaleza humana es coleccionar. Manifestaciones artísticas de toda índole empiezan con la acumulación de diversos objetos que tras ordenarlos con un sentido se convierten en una muestra de una época determinada o una tendencia. Aristóteles es recordado como uno de los primeros coleccionistas, sus especímenes ordenados le permitieron al mismo tiempo establecer la biología como ciencia y  sentar las bases para su clasificación.



Carl Linnaeus con la publicación de la décima edición de su libro Systema Naturae en 1758, introdujo el sistema binominal para la identificación de las especies que se utiliza hasta el día de hoy. Linnaeus describió aproximadamente 7700 especies de plantas y 4400 especies de animales, su colección rápidamente se convirtió en una de las más impresionantes y completas de la Europa de su época. Un siglo después los coleccionistas Charles Darwin y Alfred Russel Wallace utilizarían la información de Linnaeus y de sus propias colecciones para encontrar interrelaciones entre los organismos que permitirían esbozar una hipótesis de su origen, esatas ideas se trasformaron en la teoría de la evolución de las especies por vías de la selección natural.

Estos ejemplos muestran la importancia de poseer una base de datos para poder trabajar sobre ella y desarrollar teorías. Los avances en genética y la revolución informática permiten divagar por un panorama en el que colectar especímenes significa: redundar en el conocimiento, poner en peligro a las especies, y considerarla una práctica anticuada que no tiene nada nuevo que ofrecer. Todas estas perspectivas son equivocadas.

El esqueleto de un Diplodocus en la entrada del Museo de Historia Natural de Londres. Imagen de Apsu09 - Wikimedia Commons

Siendo el país más biodiverso del planeta, se estima que el Ecuador tiene 1 millón de especies de las cuales han sido catalogadas 75000 y de la mayoría de ellas lo único que se conoce es su nombre científico. La investigación en este campo traería grandes réditos al país en aspectos científicos, turísticos y ecológicos; pero primero hay que describir los recursos de esta mina de oro. Las restricciones burocráticas hacen más fácil conseguir un permiso para pescar que para colectar especies para investigación.

Cuando se considera que la recolección amenaza los organismos, recordar que el principio de la conservación se enfoca en proteger poblaciones y no individuos, echa abajo esta visión. Los científicos utilizan protocolos precisos para la recolección de organismos y la ética profesional encausa la práctica de preservación de un animal bajo técnicas de eutanasia precisas que evitan su sufrimiento. En la naturaleza, la mayoría de animales fallece por traumatismos e infecciones funestas.

La perspectiva de la redundancia carece de sentido cuando se considera la variabilidad individual de las especies y como a lo largo del tiempo pueden aportar datos valiosos sobre condiciones climáticas, adaptaciones, o contaminación de un ecosistema.

“Hay que reconocer que no podemos manejar/proteger/salvar lo que no conocemos”, este fue el mensaje principal del Dr. Kelly Swing al finalizar su cautivadora presentación.

El Dr. Kelly Swing durante el foro de preguntas tras su presentación. Fotografía por Daniel A. Romero-Álvarez



Carlos Montúfar, PhD en física: El Ecuador en la Historia Universal de la Ciencia


Visualizar los descubrimientos en un adecuado contexto histórico permite apreciar detalles que facilitan el establecimiento de una empatía con el pasado para comprender a fondo a sus protagonistas. Sin ella, es fácil tildar un Darwin como intachable o como héroe con suerte; como todos, solo fue un humano más dispuesto a responder una interrogante del mundo a través del método científico.

La historia de la ciencia es un cuento que empieza desde los primeros filósofos en la antigua Grecia, ellos plantaron las semillas que en el renacimiento florecieron con un esplendor apoteósico; la ciencia como tal nació con este esplendor. La diferencia crucial entre filosofía y ciencia es que en esta última, es necesario recopilar evidencia tangible, someterla a experimentación y formar una teoría en base a los resultados obtenidos. Johannes Kepler es conocido en esta historia como un personaje de transición. En un primer momento Kepler creía que el Universo era un conjunto de figuras geométricas ordenadas en una jerarquía que respetaba la idea de perfección con la circunferencia como ícono más sagrado. Irónicamente Kepler comprobó que la forma elíptica de las órbitas planetarias permite explicar mejor el sistema solar; se rindió ante la elipse abrazando la ciencia como la mejor aliada para comprender la realidad, y de paso rompió un paradigma. 

Kepler concebía como verdadera la concepción platónica del Sistema Solar antes de aplicar el método científico a sus observaciones. Imagen de dominio público.

Un paradigma es un conocimiento aceptado como verdadero por determinada sociedad. Copérnico, Kepler,  Galileo y otros científicos destruyeron el paradigma que consideraba a la Tierra como el centro del Universo.  Isaac Newton destruyó el paradigma de que el mundo físico solo podía ser comprendido por Dios, la publicación en 1687 de su libro Philosophiae Naturalis Principia Mathematica marcó un antes y un después a la hora de comprender la realidad. Las leyes desprendidas de esta publicación son aplicables a todo el Universo y pronto Edmund Halley y otros científicos comprobaban con sus propios experimentos las teorías planteadas en el Principia.

Newton propuso que la Tierra era achatada en los polos y ensanchada en la línea ecuatorial, para comprobarlo se organizó la Misión Geodésica Francesa que aparte de ser la primera expedición científica de carácter internacional puso a nuestro país como centro de atención del mundo académico. Los datos recolectados por la misión inspiraron a Alexander Von Humboldt para regresar al Ecuador y continuar con las observaciones que lo consolidarían como el padre de la Geografía Moderna.

Alexander Von Humboldt a los pies del Chimborazo. Cuadro de Friederich Georg Weitsch, 1810


Su obra inspiró a Charles Darwin para concebir la Teoría de la Evolución de las Especies. Su viaje a través de sudamérica y su estancia en las Islas Galápagos resultaron cruciales para su desarrollo. A pesar del tiempo y la cantidad de evidencia que la respalda, todavía existen sectores que niegan su validez, en especial por cuestiones religiosas. Hoy en día, considerar el origen de la vida como un evento divino es cuestión de opinión individual y carece de respaldo de la comunidad científica.

Actualmente, aún se desarrollan metodologías para destruir otro paradigma clásico, la Tierra como el único planeta capaz de sustentar la vida en el Universo. El descubrimiento de planetas girando alrededor de otras estrellas (exoplanetas) con características físicas capaces de sostener la vida nos acerca cada vez más a desafiar el conocimiento establecido; precisamente el telescopio espacial Kepler es uno de los protagonistas de esta misión. El esfuerzo combinado de miles de científicos se ejemplifica en ramas de la ciencia como la astrobiología que combina el conocimiento de la astrofísica, biología y geología para encontrar las variables que faciliten la vida extraterrestre.

Retrato de Einstein que demuestra su faceta extrovertida, ícono de la visión popular del famoso científico Fotografía de Arthur Sasse en 1951 

La charla fue la más larga que hemos presenciado, larga pero entretenida y emocionante. Y se hubiese alargado mucho más, al igual que esta publicación, y es que el tema se presta. Albert Einstein, Werner Heisenberg, Richard Feynman, muchos otros científicos han sido pasados por alto en esta brevísima reseña. La clásica fotografía de un Albert Einstein “sacando la lengua al status quo actual” se convirtió en el símbolo de la conferencia del Dr. Montúfar que invitó a la audiencia a reflexionar con una frase impresionante: “Los procesos educativos no nos enseñan a ver, nos dicen lo que estamos viendo”.


El PhD en física Carlos Montúfar durante su presentación sobre la Historia de la Ciencia. Fotografía por Leonardo Ortega




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